Mi historia en Polonia y el Papa Francisco

Sin duda la muerte del Papa Francisco es un hecho doloroso para toda la comunidad, pero especialmente para los latinos que por mucho tiempo hemos carecido de figuras mundiales y líderes que nos representen dignamente, aunque no somos de la misma nacionalidad, ocurre algo con los latinos que es digno de mencionar, ya que cuando uno de nosotros sufre, todos lo hacemos y si alguien triunfa, ese triunfo es de toda América Latina, es un hecho curioso que nos une y nos identifica adonde quiera que vayamos. 

Pero mi conexión con él va más allá del simple hecho de ser ambos latinos, se ata a mi historia en Polonia y tiene mucho que ver con un evento que cambió mi vida y donde estuvo presente el Papa, claro está esto ocurrió en Polonia. 

La Jornada Mundial de la Juventud

La JMJ (por sus siglas en español) es un evento que toma lugar cada 4 años y donde se congrega la juventud del mundo, fue un evento fundado por el Papa polaco Juan Pablo II como respuesta a los cuestionamientos de la juventud y para no descuidar este vulnerable sector que, como bien es dicho, son el presente y el futuro de los países, este evento es de gran magnitud y se ha realizado en las ciudades más importantes del mundo como Madrid, Toronto, Sydney, Río de Janeiro y en el 2016 fue el turno de Cracovia. Cabe destacar que en el evento más grande de todos se ha logrado llegar a una cifra récord aproximadamente 5 millones (según datos de Wikipedia) de jóvenes que se concentraron en Manila, Filipinas en el año 1995. En Cracovia se tiene el registro de que se superaron los 2 millones de jóvenes, lo cual explica la importancia del mismo y el impacto que puede tener los asistentes. 

Perdido y en búsqueda de guía

Por aquellos años, yo trabajaba en un banco, mi vida era simplemente trabajar y trabajaba mucho, lo cual para alguien joven era bien visto desde el punto de vista social, ya que no desperdiciaba mi juventud, pero nunca sentí que era lo que quería para mí. Un día viendo en Facebook, me encuentro con información sobre este evento, pero en Guatemala hay un camino previo ya que no se quiere que los jóvenes lo tomen como “turismo religioso”, lo cual desemboca en que la posibilidad de viajar a lugares donde se conoce mucha gente y por este mismo hecho es muy excitante, realmente no deje frutos y la vida siga sin cambios, en resumen en Guatemala existe una comisión llamada Camino a la Jornada, que básicamente está conformada por jóvenes voluntarios que organizan eventos y reuniones para preparar a cada uno de los interesados en viajar a la próxima JMJ, la organización permite el pago del viaje en pagos, en general hacen de la experiencia algo viable y muy religiosa, todo esto supervisado por la iglesia y asistido por un sacerdote coordinador. Cuando leí ese anuncio supe que era algo que debía hacer, me inscribí, hice todo el proceso, situación que me dio una perspectiva ya que en aquella JMJ el lema era Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia, por lo mismo se organizaron muchas actividades relacionadas a las que la iglesia llama actos de misericordia y que son la base para la religión católica, visitas de enfermos, necesitados, ayuda en asistencias sociales, tiempo con los ancianos, etcétera, cada actividad más sensible que la anterior. La experiencia en resumen fue muy gratificante y me dio la perspectiva que necesitaba para finalmente llegar a Polonia y tratar de encontrar eso que me faltaba en un país que no entendía.

Pruszków y la mafia

Un 18 de julio de 2019 después de más de 36 horas de viaje finalmente llegamos a Varsovia, lugar donde sería nuestra primera parada, una semana conviviendo con una familia de acogida, nuestro país fue asignado en Pruszków, que si eres polaco y lees sobre este título, sabrás a qué me refiero, pero si eres latino y seguramente nunca has escuchado este nombre, es una ciudad que en el pasado, no hace muchos años, existió una mafia, que se caracterizaba por cortar orejas, asaltar, traficar, vamos, nada de lo que no sepamos en América Latina, pero aquí en Polonia era y creo que aún sigue siendo un lugar del que los polacos tienen muchos prejuicios y siempre se relaciona con esa época de violencia. 

En este lugar yo me encontré con un país muy abierto, me impresionó la cantidad de polacos que hablan otros idiomas y que el español era muy apreciado en toda Polonia, fue una semana de mucha diversión, intercambio cultural, estuve en la casa de una joven pareja con dos niños que se esforzó mucho en cuidar de nosotros y se aseguró de que tuviéramos la mejor experiencia aquí. Gracias a ellos, quedé con una impresión súper positiva del país y de las oportunidades que había para trabajar aquí. 

Peregrinación y el mensaje del Papa

Finalmente fue tiempo de llegar a Cracovia, donde finalmente se llevaría a cabo la semana donde los jóvenes pueden presentar sus dudas al Papa, él también tiene como itinerario la reunión con líderes y escuchar los problemas que tienen para finalmente entregar mensajes para mejorar la vida o denunciar injusticias, particularmente este Papa, se mojó mucho hablando de cosas que la iglesia no quiso hablar por mucho tiempo, dio nuevos aires a un liderazgo desgastado por los tabús, la vista gorda sobre casos de abuso y asumió las responsabilidades de todos esos malos hombres que se encargaron de manchar y desmeritar el trabajo que los buenos logran hacer. 

Esa semana fue muy difícil, ya que las comodidades y la diversión se transformó en una lucha por sobrevivir, en un país donde no entendía el idioma, fui enviado al último pueblo de Polonia en el sur, Sucha Beskidzka, un pueblo que albergó a toda la comunidad hispanohablante, pero muy alejada de Cracovia y con muy mala comunicación para los eventos, lo cual dificultó todo esa semana. De alguna manera me las arreglé para poder asistir a los eventos en los que yo estaba interesado, en primer lugar, fútbol, se organizó una copa de fútbol con los países interesados, por lo mismo me inscribí, pero al primer partido recibí una patada muy fuerte en mi tobillo lo que me dejó lastimado y con problemas para caminar. 

Esta situación condicionó mucho mi movilidad porque no podía moverme tan rápido como quería y tampoco pude hacer todo lo que yo tenía planeado, que sin duda era más turístico que religioso, finalmente el día de la vigilia llegó, el sábado. Por la mañana se convoca a los jóvenes a un espacio muy grande donde pasan la noche para escuchar los testimonios de jóvenes que han sorteado dificultades, que han vivido guerras, que han sufrido y que finalmente buscan respuestas, junto a esto también se hacen actos culturales de los países, y lo más importante es el mensaje del Papa. 

Yo empecé ese día corriendo ya que por la mala comunicación para el pueblo donde nos hospedamos, decidí dormir en un hotel la noche del viernes, pero el sábado por la mañana tuve que ir por mis cosas ya que después de la vigilia mi viaje de regreso tendría lugar. Así que, por la mañana del sábado sin desayunar me apresuré a ir por mi maleta y mis cosas, para regresar justamente cuando mis amigos me esperaban para empezar la peregrinación que si no mal recuerdo fue de 15 kms. 

Por el problema de mi pie no podía moverme y por el peso de mis cosas, así que me tomó mucho llegar hasta donde la delegación guatemalteca estaba asignada, justo al kilómetro 10 se encontraba el punto de abastecimiento, lugar donde repartían los alimentos que usaríamos para la noche y el día siguiente, yo decidí regresar después por ellos así que seguí caminando y pensé que una vez dejara mis cosas en su lugar podría regresar, pero realmente estaba muy lejos.

Nunca busqué, durante la semana en que estuvo el Papa en Cracovia, yo nunca busqué realmente verlo ya que para mí él era simplemente un hombre, con un mensaje pero nada más eso, finalmente al dejar mis cosas en donde acamparíamos, regresé por mis suministros, pero justo en el camino fuimos interceptados por un grupo de seguridad que no permitió que cruzaramos la calle, lo cual me enojó mucho, pero me dijeron que el Papa pasaría por allí, así que sin opción me detuve y esperé, unos minutos después se apareció un sequito de autos normales, no el común papamóvil, sino autos normales y justo del lado donde yo estaba muy despacio pasó el auto y nos saludó, podría decir que me saludó a mí pero para este momento mi memoría fallaría recordando los momentos exactos o hechos concretos, lo que sí es cierto es que según la ciencia recordamos cosas porque las asociamos a emociones, en mi caso es una de las cosas que más recuerdo porque finalmente entendí quién era él. La humildad, la tranquilidad y esa vibra que transmitía solo por estar en presencia de él era diferente, no cualquier persona lo transmite.

Yo lo recuerdo tan vívidamente porque luego de este momento durante la noche pasaron una serie de cosas que describían exactamente el por qué había llegado, que me había pasado en el viaje y finalmente la opción que yo tenía para tomar mi vida y darle un propósito o seguir buscando. 

Lo que más recuerdo son los testimonios de la iglesia de China que vino de incógnita ya que no es permitido viajar por eventos y menos religiosos y el testimonio de una chica que perdió a todos en la guerra de Siria y finalmente el mensaje del Papa de “no ser jóvenes del sofá, levantarnos y hacer que nuestra vida tenga un sentido, encauzar toda nuestra historia para un bien mayor”. 

Aún ahora, casi 10 años de ese momento, recuerdo todo, y es la razón por la que tomé la decisión de empezar en una tierra nueva, donde encontré un sentido y una causa para mí. 

Texto en homenaje a un hombre que denunció los males actuales y dio la cara por los más necesitados, por un sacerdote que hizo de la iglesia una institución social y veló y atendió a las minorías. Gracias por todo Papa Francisco.

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